Ha sido ver esta imagen y me ha venido a la memoria diferentes detalles ya vistos sobre Pedroche, relacionados con la arquitectura tradicional y con aquellas chimeneas, las que ya no se hacen. Se trata de una parte de una fotografía aérea de Pedroche sin fechar.
En 2004, por medio del Ayuntamiento de Pedroche, el sacerdote José Carrillo expuso una colección de fotografías con el título «¿Conoces tu tejado?«. Fundamentalmente eran fotografías de chimeneas de Pedroche, y está claro que hoy en día la mayoría ya no existen.
Antonio Merino, desde su blog Solienses, se hizo eco de dicha exposición:
Pedro de la Fuente aloja en su página Pedroche en la Red la exposición de fotografías de José Carrillo «¿Conoces tu tejado?», que se presentó, al parecer, el pasado mes de septiembre en la Torre Parroquial de Pedroche (ay, sigue pendiente esa visita). Se trata de una curiosa colección de chimeneas del pueblo que, aunque en un primer momento busca la complicidad del público local, trasciende sin embargo este ámbito para convertirse en un microcatálogo de arquitectura popular de la comarca, centrada en uno de los elementos más característicos de las viviendas tradicionales de nuestros pueblos. Esas enormes chimeneas de ladrillo son muy representativas de los modos de edificación autóctonos y responden a una necesidad urgida por los modos de vida y por la economía de la comarca, donde la encina y el cerdo condicionan no poco nuestras realizaciones materiales. Se trata de un elemento arquitectónico, como tantos otros, actualmente en trances de desaparición, pues las nuevas construcciones buscan modelos menos aparatosos y más funcionales, en buena parte debido a que los cambios en las costumbres domésticas y en la economía no los hacen tan imprescindibles como antes; y más aún, es cada vez más frecuente que en las reparaciones de tejados de las casas antiguas se elimine por completo este elemento, en muchos casos ya inservible, lo que da idea de que nuevos métodos de calefacción y cocción, conservación y curación de alimentos han terminado imponiéndose en nuestros hogares, quedando la chimenea en el interior de muchas casas como elemento meramente decorativo. Y eso, que sin duda significa un progreso, porque nos hace vivir mejor en lo material, delata también otro cambio, que yo sólo apunto, sin juzgarlo: la chimenea, que como elemento fundamental de la cocina era antiguamente el punto a cuyo alrededor se desarrollaba la vida social de la familia en la casa, ha cedido hoy su puesto de privilegio a la televisión. [ver aquí]
Habló de ella en ese año, 2004, y dos años más tarde:
Hace unos años Pedro de la Fuente incluyó en su Pedroche en la Red una exposición de fotografías de José Carrillo sobre chimeneas de Pedroche. Al felicitarle privadamente por esta iniciativa, le aconsejé que fuera tachando con una X las chimeneas de esa extraordinaria colección que fueran cayendo al ritmo cadencioso de la piqueta y la excavadora, y a ver cuántos de tan magníficos ejemplares se conservaban pasados unos años. Hoy sabemos que muchas de esas chimeneas ya no están y son, también ellas, en su inexistencia, una prueba más del tiempo que pasa y de la memoria que se borra. Este verano, paseando por los recoletos pueblos del Algarve portugués, me acordé de las chimeneas de Pedroche al observar piezas de un primor que hoy habremos de considerar ya primitivo. Se nota un trato exquisito en su conservación, e incluso se colocan en edificios de nueva construcción, en los que adivinamos que su funcionalidad es meramente ornamental. Pero con este gesto de lealtad a la tradición se manifiesta una voluntad algarví de restituir una personalidad muy perdida en otros ámbitos. En nuestros pueblos, las chimeneas están desapareciendo víctimas de las rehabilitaciones subvencionadas cuya exigencia apenas alcanza al color de la fachada. Y es que no hay oficialidad que pueda mantener la historia popular con un mínimo de autenticidad: si falta la concienciación del ciudadano, lo demás sobra. [ver aquí]
Y hace unas semanas mostró unas fotografías antiguas de Pedroche y las comparó con su situación actual. En una de ellas, de la calle Lope de Vega, se pueden observar perfectamente este tipo de chimeneas en todas las casas de la calle. Esta es una de las calles que muestro en la fotografía de cabecera. Uniformidad en la construcción digna de admirar. Todo eso ha desaparecido.
Hace unas cuantas semanas José Jurado me informó de la existencia de una colección de libros titulada Itinerarios de arquitectura popular española, elaborada por Luis Feduchi y publicada en la Editorial Blume entre 1974 y 1984. (…) José me adjuntaba copia de las páginas en las que aparecen fotografías de varios pueblos de Los Pedroches con una desconsolada advertencia: «El cambio ha ido a peor. Hemos pasado de tener una arquitectura popular digna de enciclopedia al monocapa que hay por toda España». Contemplando la belleza de algunas construcciones populares de la época y la armonía del conjunto urbano, me pareció oportuno, para demostrar el aserto de José, confrontar algunas imágenes de los Itinerarios con el estado actual de esos mismos lugares y el resultado ha sido, realmente, desolador. El cambio, efectivamente, ha sido a peor, aunque a veces no se podía imaginar cuánto. Juzguen ustedes. (Las fotos actuales de Pedroche las ha hecho, con el mimo que suele para las cosas de su pueblo, Pedro de la Fuente). [ver aquí]
[17 de noviembre de 2014]